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De los asistentes a los agentes: Microsoft traza el futuro inmediato de la IA generativa


David Hurtado, Innovation Lead de Microsoft, anima a destinos y empresas a adoptar ya las capacidades de Copilot y los agentes inteligentes que automatizan tareas, crean contenido y razonan con datos propios


“El mensaje hoy es sencillo: tenéis que usar la inteligencia artificial generativa”, retó David Hurtado, Innovation Lead de Microsoft, nada más abrir su keynote en la segunda jornada del Digital Tourist 2025. En apenas doce meses –recordó– los modelos han pasado de resumir textos a dominar tres competencias típicamente humanas: manejo del lenguaje en todas sus formas audiovisuales, razonamiento y planificación, y un conocimiento cada vez más conectado con bases de datos fiables. 

“En lenguaje ya nos superan; en razonamiento les faltan seis u ocho meses”, vaticinó. Y es que, en poco tiempo, la IA generativa razonará y planificará con solvencia. No sólo “lee” Internet, sino que, cuando se conecta a corpus verificables, construye respuestas sin alucinaciones.


De ChatGPT a la era de los agentes

Hurtado distinguió entre el “asistente”, que responde preguntas o resume documentos, y el “agente”, que ejecuta tareas sin supervisión. La gran diferencia es que “el ChatGPT que resume documentos está obsoleto”, advirtió. Ahora estamos en la era de los agentes, que son programas que no se limitan a contestar, sino que comprenden el objetivo, deciden qué pasos seguir y los ejecutan: investigan, analizan y actúan. 

El ponente mostró cómo creó en minutos un agente investigador y otro analista con lenguaje natural, dándoles acceso a correo, teams o directorios corporativos. Explicó cómo Copilot, la capa de IA que Microsoft incorpora a sus servicios, se configura con lenguaje natural para orquestar datos, herramientas y disparadores y decidir por sí mismo el siguiente paso.


Casos de uso sobre el terreno

Para ilustrar este salto, el representante de Microsoft mostró cómo Copilot identificaba la ubicación exacta tras mostrarle unas fotos tomadas en la Granja de San Ildefonso o cómo adaptaba un cartel sobre tortugas a un lenguaje infantil sólo con una instrucción verbal. En la vertiente creativa, un boceto improvisado en OneNote bastó para generar una imagen realista de una moto, mientras que en análisis de datos la IA convirtió un informe turístico de 96 páginas sobre Benidorm en gráficos y conclusiones en minuto y medio.


Automatización sin programar

Hurtado también mostró algo más avanzado: un bot que, tras encargarle un análisis sobre una noticia política publicada en prensa, la IA localizó la información, razonó sobre ella y le envió por e-mail su trabajo con un comentario crítico.

Además, el ponente enseñó cómo crear un agente que lee correos, redacta respuestas, busca archivos y los adjunta, todo ello mediante órdenes coloquiales. “La interfaz es lenguaje natural; la programación la hace la IA en segundo plano”, explicó.


Llamada a la acción

Hurtado cerró su intervención con una recomendación insistente: “Formad a vuestra gente y poneos manos a la obra. Lo que hoy parece extraordinario será lo normal tras el verano; quien no practique ahora llegará tarde cuando la PIA y la PID liberen sus datos”. 

Su receta: probar los agentes en tareas cotidianas, conectarles fuentes fiables y acostumbrarse a delegar en un nuevo “becario” digital que, sostuvo, “trabaja casi gratis y mejora cada semana”.


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