Diputaciones y municipios conectan con la red de destinos inteligentes
- Blanca Gutiérrez
- 6 jun
- 3 Min. de lectura

Los entes supramunicipales se convierten en el motor territorial para llevar la digitalización turística a cada rincón del país
En la mesa redonda “El papel de los Entes Supramunicipales en la PID”, celebrada en el marco de Digital Tourist 2025, se abordó uno de los grandes retos del despliegue digital turístico en España: cómo garantizar que la digitalización llegue de forma equitativa a todos los rincones del territorio. Diputaciones, consells, cabildos y mancomunidades se revelan como actores clave para conectar a los pequeños municipios con la Plataforma Inteligente de Destinos (PID), actuando como puente entre el nodo central y las realidades locales.
Francisco Morcillo, moderador de la sesión y coordinador del Grupo de Trabajo EDIL de AMETIC, abrió la mesa con una afirmación contundente: “Los entes territoriales no son actores secundarios en la Plataforma Inteligente de Destinos, sino nodos esenciales para hacerla llegar a todos los rincones del país”. En esta línea, representantes de diputaciones y mancomunidades compartieron cómo están ejerciendo de puente entre la estrategia nacional y la realidad de municipios pequeños, a menudo con recursos escasos y estructuras técnicas limitadas.
Escalar la innovación desde lo local
Carlos Alarcón, desde la Diputación de Valencia, destacó cómo su experiencia previa con una plataforma propia de smart cities les ha preparado para el reto. Ahora, el objetivo es integrar esa infraestructura con la de la PID para facilitar casos de uso como la redirección de flujos turísticos hacia zonas menos saturadas. “Queremos que un turista que busca naturaleza o aventura pueda descubrir una experiencia en Benagéber y, de paso, ayudar a fijar población y dinamizar la economía local”, ejemplificó.
De la cooperación voluntaria a una visión común
Por su parte, Eva Piñón, en representación de la Mancomunidad del Salnés, defendió el modelo colaborativo construido en Galicia durante dos décadas: “Lo que comenzó como un acto de generosidad entre ayuntamientos grandes y pequeños, hoy se traduce en una promoción turística cohesionada que beneficia a toda la comarca”. La entrada en la PID marca, según explicó, un nuevo punto de inflexión para un territorio con 58.000 camas turísticas y un enorme potencial para ofrecer experiencias desestacionalizadas y complementarias.
Una oportunidad para los territorios rurales
Desde Jaén, Mercedes García Serrano subrayó que la digitalización turística debe adaptarse a una realidad dispersa y envejecida: “Para nosotros no es tanto Smart City como territorio inteligente”. Con 97 municipios, el 80% de ellos de menos de 10.000 habitantes, la Diputación trabaja con módulos como el de encuestas o sistemas de información turística para facilitar la planificación y toma de decisiones a escala local. El objetivo es claro: “La PID debe ser una herramienta que les simplifique el trabajo, no una carga añadida”.
Cáceres: 230 municipios, 17 estrategias
En una provincia tan extensa y diversa como Cáceres, Agustín Aretio explicó que no hay una única forma de desplegar la PID: “Estamos adaptando la estrategia a cada realidad, desde el Valle del Jerte al Tajo Internacional”. A través de una red territorial basada en mancomunidades y clusters turísticos, la Diputación está articulando los distintos niveles de madurez digital. En su opinión, “el éxito estará en que los destinos se apropien de la herramienta, no sólo que la usen”.
Más allá de los fondos: un modelo para quedarse
La mesa cerró con una visión de futuro compartida: la PID no puede ser sólo un proyecto ligado a los fondos europeos, sino una infraestructura estable, viva y con vocación de permanencia. “La PID supramunicipal vino para quedarse —concluyó el moderador, Francisco Morcillo— y el PID y la PIA también, como herramientas imprescindibles para transformar el modelo turístico desde el territorio”.
Desde las administraciones locales, la mirada es clara: hay que consolidar lo construido, extenderlo y asegurar que sea útil en el día a día de los municipios. “Vamos a por este maravilloso desafío, pero sin olvidarnos de nadie”, reivindicó Carlos Alarcón, en referencia a los municipios más pequeños. Eva Piñón lo resumió en una fórmula directa: “La PID supramunicipal no sustituye ayuntamientos, los empodera”.
Mercedes García fue un paso más allá: “La PID pone a los ayuntamientos en el mundo, los hace más visibles y operativos”, mientras que Agustín Aretio calificó la plataforma como “un trampolín estratégico hacia la apropiación de la tecnología y la metodología”, rematando con una idea clave: “La PID es una oportunidad para los territorios”.
Todas las voces coincidieron en algo esencial: que la tecnología, los datos y la innovación sólo cobran sentido si se traducen en herramientas útiles para quienes gestionan el turismo desde la base, municipio a municipio.